domingo, 25 de octubre de 2009

1984.Cleopatrich para egipcios...Parte V (302 cs)

Los oscurecedores de ciudad.
A quien se le ocurrió la idea de los focos ?. Entre las cosas que heredamos del galpón que ocupamos, había receptáculos ? y los halógenos ? Una de las cosas que recordamos y que mas extrañamos eran las salidas a pie a pasear con campera. Hacer una carroza y no hacer una "visita" a cosas que necesitabamos, no es vivir la época de carrozas, no nos engañemos. Esto es una tradición entre los estudiantes en Concordia. Eran las noches que salíamos a dejar a oscuras a la ciudad y buscar material util para alimentarnos, para saciar la sed o para tener algo que contar con los años, nada mas. Las noches que mas recordamos, son las que salimos a buscar "velitas" para halógenos. Alguien se trepó a las torres de iluminación de una cancha cerca del tiro federal para poder conseguir el objetivo. No había que dejarles la huella dactilar, ya que al encenderse, se quemaban. Con un pañuelo y algo de maña, las "velitas" eran de fácil obtención.
Los semáforos eran un poco mas complicados que los spots de una conocida casa de préstamos en la vereda del cine San Martín. La columna "bueno y breve" del diario local del día siguiente, queda como testigo de los hechos. Hablando de testigos, el custodio de la casa de préstamos tambien nos miraba atentamente como intentábamos sacar el spot de Orfina. "Hacete el que no lo viste", y rajeeemos. El punto estratégico era la casa del Leo. Con camperas grandes para poder embolsar el frágil elemento y dispuestos a dejar a oscuras la ciudad, salíamos de a 8 o 10. Una de las noches llegamos a recolectar 45 de los elementos inventados por el Señor Edison.
En algunas oportunidades, era muy sencillo, como desajustar tres tornillos, dejar a un lado el plafón, 5 o 6 vueltas de roscas, volver a poner el plafón y listo.
En otras, no tanto. Un foco que demora mas de 5 vueltas y encima "ruidoso", era eterno. Si le agregamos estar a caballito arriba de alguno de los "altos" del grupo, si le agregamos que se te estaciona un 3CV en la vereda frente al porche en el que estábamos trabajando, mas complicado aún.En otras ocasiones, no había caso, el plafón no salía fácil. Había que aplicar fuerza. Salía completo con varios metros de cable. Que animales. Si llego a ver a alguien haciendo esto hoy, lo dejo trabajar tranquilo, es parte de la tradición. No éramos santos.
El caña se debe acordar de un foquito colgando de un porche en una esquina, era muy fácil. Lo que no tuvimos en cuenta que era el único foco que alumbraba las 4 cuadras adyacentes. Quedó todo el barrio a oscuras. Nos tembló el pulso esa vuelta. Tuvimos que salir rápidamente de la zona. Hubo golpes imposibles de realizar. Había un cartel con 500 foquitos blancos en una casa de quinielas en Urquiza y Tucuman(creo). Era el golpe maestro. Nunca sucedió.
El colmo de un "oscurecedor" de ciudad es llegar a tu casa y descubrir que te habían robado el foco. Una sonrisa cómplice se dibujó enmi rostro esa noche. Hoy día, suelo dejar un foquito listo para los estudiantes, como ofrenda por aquellos buenos recuerdos. Y para que la tradición continue, obvio.
El R12 Azul y el incendio que no fue
Estar en el galpón entre varios, con un medio de transporte, invita a salir a recorrer galpones de otros colegios por ejemplo. Era lo mas sano que podíamos hacer. El R12 azul o la camioneta de Fabián tuvieron mucho kilometraje nocturno esa temporada. No voy a andar explicando los levantes que tuvo, no hace falta, eso lo comentaremos en algun asado. Algunos quedaban en el galpoón, mientras hacíamos la diligencia. El gringo tenían un casette en el auto que arrancaba con la música de moda. "I want to be free" de Queen, "Foreign affair" de Mike Oldfield, "Radio Ga Ga" de Queen, "Footsteps" de The Motels, eran algunos que recuerdo. Me van a preguntar: Como diablos te acordas de los temas ?. Uno siempre asocia alguna canción con algunos hechos que vivimos fuertemente. Las dos o tres veces que salí en el R12 sonaban los mismos temas. Y yendo para el lado de Los Charrúas, escuchando esta música, con la grinfa (mencionada en otra entrada en este blog), dispuestos a "cazar" algo para comer... Como no querés que la olvide. El objetivo principal era la captura de una presa mayor, llamémosle "ternero", para degustarlo entre todo el curso, en el galpón. Cazar un ternero en plena noche, a golpe de grinfa, no es tarea de todos los días. La inexperiencia en el tema, o el susto del momento, hizo que no lográramos el objetivo de la incursión. El mínimo ruido a pisada en el pasto hizo que huyera toda la manada campo adentro.
Volvimos al galpón, no sin antes pasar por el depósito de vinos CAVIC, y llevarnos algunos esqueletos de 12 unidades de vino en botella de un litro.
Llegamos con el trofeo al galpón, pero algo no estaba bien. Había mucho humo. Entramos sigilosamente, no se veía a nadie en la humareda, ni una silueta. Sonamos, nos entraron a robar de nuevo!!.
Encontramos el calentador de vaquelita que estaba enchufado. Se había recalentado tanto que había perforado el tablón que teníamos como mesa. Y esto era lo que despedía tanto humo. Pero habían quedado dos o tres en el galpon, donde se fueron el Pepe, el Indio. Estaban dormidos en el torino. No me quiero imaginar que hubiese pasado si no volvíamos al galpón. Al ángel protector de los carroceros, se le atribuyen estas cosas.
No todo sale bien siempre. No conseguimos el ternero, casi se incendia el galpon, con dos adentro y para colmo el vino que trajimos estaba picado. Era Vinagre. Con razón estaban tan a la mano.

Copyright Edgardo Palauro. Todos los hechos relatados son mera fantasía del escritor. Los nombres son ficticios. Cualquier coincidencia, es pura casualidad.

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